Wednesday, August 12, 2015

MANTENER LA CONCENTRACIÓN COMPETITIVA: Parte 2

CONTROLAR LAS DISTRACCIONES

Daniel, un jugador universitario de último año y que era el capitán de su equipo, contactó conmigo porque sentía que su seguridad estaba siendo fruto de cambios negativos. Como muchos jugadores con los que había trabajado, Daniel me contaba que en el momento en que cometía un fallo en un partido, permitía que afectase a su confianza (lo cual, por supuesto, hacía que lo más probable era que pronto volviese a cometer otro fallo). También le preocupaba que cada vez que cometía un fallo durante la competición, eso afectase negativamente en su papel de líder del equipo y temía perder el respeto de sus compañeros más jóvenes.

Otro problema que tenía Daniel era la presencia de su entrenador en la linea de banda, gritándole instrucciones durante los partidos. Estar atento a los comentarios del entrenador muchas veces le hacían pensar de más y en vez de estar metido en el partido, cualquier mínima interrupción o duda era la diferencia entre una jugada bien ejecutada y una pérdida de balón.

 Añadió además que el entrenador contrario, habiendo estudiados los vídeos del equipo de Daniel, daba instrucciones a sus jugadores de cómo Daniel iba a mover el balón, qué jugada iba a marcar, y así sabían como pararle. Daniel comentó que esto, también le llevaba a perder confianza en sí mismo porque le hacía volver a pensar y volver a concentrarse en la táctica a seguir para igualar contiendas con el entrenador contrario.

 Por último, Daniel mencionó la presencia de ojeadores profesionales en las gradas. Como jugador de último año con esperanzas de jugar a nivel profesional después de graduarse, era muy importante para Daniel hacerlo lo mejor posible para impresionar a los scouts, y por contra, el mero hecho de pensar que si cometía un fallo habría testigos de ello, también era fuente de gran preocupación para él.

 Sin ninguna duda cualquier deportista que está siendo mirado con lupa por ojeadores quiere jugar de la mejor manera. La paradoja es que ese deseo, la mayoría de las veces, se convierte en el tipo de presión añadida que afecta en la forma de jugar al jugador y en todo lo que quiere hacer, como en este ejemplo, mostrar lo mejor de sí mismo.
 Hace varios años los Golden State Warriors seleccionaron en el draft al jugador internacional Jiri Welsch, un checo con mucho talento y que a día de hoy cuenta con una carrera muy sólida en Europa. Una noche en su año de debut en la NBA Welsch hizo 0 de 10 en tiros de campo jugando contra Orlando. Tras el partido le pregunté al respecto. "Solo seguí pensando en cómo necesitaba demostrar a mi entrenador que merecía permanecer en cancha" me dijo. La presión que sintió al mantenerse concentrado en eso, vocalizado en hacer el mejor partido posible, le afectó sin duda - y por ello falló tiros que normalmente solía meter.

 Por encima de cualquier cosa, Daniel todavía se estaba recuperando de una lesión sufrida en pretemporada, así que aún no estaba en plena forma, añadiéndose a su frustración y adicionalmente, percutiendo en su auto-confianza.

 LO QUE TIENEN EN COMÚN TODOS LOS FACTORES EXPUESTOS ANTERIORMENTE es que todos ellos son fuentes de distracción para el hecho de que Daniel juegue bien y pueda mostrar su talento.

 LO QUE MÁS VA A AYUDAR A DANIEL ES SU CONCENTRACION EN EL PARTIDO MIENTRAS ESTÁ JUGANDO…Estando alerta continuamente sabiendo donde están el balón, sus compañeros, sus rivales, etc y permaneciendo lo suficientemente relajado -tanto física como mentalmente - para tomar las mejores decisiones con -y sin - balón y ejecutando esas decisiones de manera eficaz.   CUALQUIER OTRA COSA QUE DESVÍE SU TOTAL ATENCIÓN A CUALQUIERA  DE ESTOS FACTORES SE CONVIERTE EN UNA DISTRACCIÓN.

 El objetivo es mantenerse en la tarea  - lo que significa tener estrategias para mantenerse aislado de todos esos factores que se convierten en distracciones.

 Al respecto de los comentarios de que tanto su entrenador, como el entrenador contrario, le gritasen desde linea de banda, era importante para Daniel encontrar la manera de limitar la forma en que esos comentarios pudieran afectarle. Como no, los comentarios de su propio entrenador podrían ser particularmente útiles ayudándole a nivel táctico. Necesitaba una forma de asimilar esos comentarios para un propósito - mientras AL MISMO TIEMPO NO PERMITIR QUE ESOS COMENTARIOS LE SACASEN DEL RITMO DE PARTIDO O AFECTASEN A SU CONFIANZA.
 Conduje a Daniel a a través de una serie de ejercicios para ayudarle a conseguir esto y así la gente pudiese ver que ya no se distraía como le ocurría en el pasado. Y lo mismo aplicado a los comentarios de los entrenadores rivales.

 Al respecto de la presencia de ojeadores en las gradas, que también presentaban una distracción potencial. Que jugase de la mejor manera dependía de permanecer concentrado en lo que estaba ocurriendo en el partido, no de lo que pudiera estar pasando por las mentes de esos individuos en las gradas. De nuevo, paradójicamente, para tener la  mejor oportunidad de impresionar a los ojeadores necesitaba encontrar estrategias para prevenir que su concentración se viese afectada.

 Como Daniel y yo trabajamos juntos y cada vez él era más y más consciente de su concentración durante los partidos se convirtió en mejor jugador, siendo capaz de estar en lo más alto y recuperar la concentración más rápidamente cuando veía que algo conseguía distraerle.

 El hecho del estatus de Daniel como capitán y líder del equipo presentaba una situación similar. Su determinación para ser un buen líder es admirable. Como muchos de nosotros, Daniel era sensible al hecho de que cualquier error cometido afectaba a su percepción y estima en los ojos de sus compañeros más jóvenes - y esto se añadía a la presión sufrida .

 Le pregunté a Daniel qué era lo que les decía a sus compañeros más jóvenes cuando estos cometían un fallo. "Les digo que mantengan la cabeza alta y que no permitan que les afecte," me dijo. Así que le conteste  -" es gracioso que digamos esas cosas a los demás, pero no nos las creamos cuando nos afecta a nosotros!!!" él estaba de acuerdo conmigo,

 Entonces le lancé este pensamiento: " te apuesto a que si piensas en determinados jugadores profesionales que admiras - y les imaginas diciéndote a ti que te olvides del fallo y que te mantengas jugando duro - sería más creíble para ti!." Daniel pensó que era una muy buena idea, como un modo de recordarse a si mismo y DE MANERA CONVINCENTE que cualquiera puede cometer un error - nadie es perfecto - y lo más importante era olvidarse RÁPIDAMENTE del fallo cometido y mantener bajo control los sentimientos y la confianza.

 El británico y ex estrella de fútbol John Salako comentaba que " cuando estas seguro de ti mismo no temes cometer fallos." Los atletas mentalmente más duros aceptan que los fallos son parte del juego y no se ven afectados si las cosas van mal. De hecho con cualquier deportista con los que he trabajado, han sido capaces de desafiar algunas situaciones o estados mentales donde ellos no se veían afectados o distraídos del partido, cuando ellos se daban cuenta de los fallos, pero eran capaces de mantener la CONCENTRACIÓN Y LA CONFIANZA.


 Reflexionar sobre este tema también ayudó a Daniel a desarrollar una gran habilidad para permanecer concentrado … convirtiéndole en un jugador más fuerte y un líder de equipo más eficaz. Nuestro trabajo juntos también le ayudó a estar más relajado cuando los ojeadores le venían a ver jugar … lo que le mereció la pena cuando consiguió una oferta para jugar en profesionales cuando terminó la universidad.

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