Si América es la tierra de las oportunidades, LeBron James y los Miami Heat
sin duda han sido un buen ejemplo. Solo hace una temporada que “King James”
habló de llevar su talento a South Beach, y mucho antes de que saltase el
primer bombazo de la temporada, las celebraciones ya estaban en marcha. Cierto,
los Heat se metieron en las finales de la NBA 2011, pero mientras el equipo
luchaba partido a partido jugando y rindiendo por debajo del nivel esperado,
había más gente gritando y criticando a LeBron y los Heat que animándoles.
Solo un año después el confeti volaba por encima del American Airlines
Arena y el champán fluía en celebración por el campeonato ganado por los Heat, y se coronó a “The King” como el
MVP de las finales. Con menos fanfarronería y más madurez, los Heat se
convirtieron en un verdadero y formidable enemigo y la base de un nivel
ofensivo espectacular y una defensa implacable se debía a una serie de cambios
que se habían producido en el alma del equipo y de su jugador estrella -cambios
que propiciaron el poder llegar hasta la victoria final.
¿Entonces, qué ha ocurrido? Hay una
serie de cosas que los Heat han hecho para transformarse y pasar de perdedores
a ganadores –cosas que cualquier equipo, jugador o entrenador deberían
plantearse cambiar a la hora de encontrar su propio camino para ganar el
anillo.
EL DOLOR Y LAS LAGRIMAS PUEDEN SER EL IMPULSO QUE HACE CAMBIAR LAS COSAS
En 2011, los Heat habían puesto los mimbres para darse un gran batacazo.
Con celebraciones que se producían incluso antes de que los partidos
importantes se jugasen, estos chicos habían empezado la casa por el tejado. Un
año después, y mirando atrás a todo esto, Dwayne Wade dijo, “Este equipo ha
sufrido mucho, la herida ha sido muy grande, demasiada vergüenza por lo
ocurrido la temporada pasada...no hace falta decir nada más. Desde el primer
día (de esta temporada) nos propusimos una misión, y esta no se ha completado
hasta esta noche”.
Cuando las cosas no funcionan como uno pensaba,
siempre caemos en la tentación de culpar a alguien, a algo. No sorprende que
haya sido exactamente lo que Lebron hacía –al principio. “Cuando perdíamos,
culpaba a todo el mundo menos a mi”. Lebrón admitió. “Aún no estaba preparado
para ganar el anillo”
Esto le llevó a crecer desde la decepción y a
posicionar a James en una oportunidad de redención, y a capitalizarla. Un
verdadero campeón mira en sus adentros, no se queda sólo con el “Y si...” sinó
que busca la manera de salir adelante. “Me di cuenta de que no había escusas”
dijo Lebron tras ser nombrado MVP de las finales.
¿CUAL ES EL OBJETIVO REAL?
Después de anunciar publicamente al comienzo de la temporada 2010-11
cuántos títulos iban a ganar (no cuatro...ni cinco...ni seis), estaba claro que
los Heat estaban jugando como queriendo demostrar algo. Ganar el título se
había convertido en el objetivo principal para todos, y “haciendo el trabajo”
se evitaría otra decepción. LeBron lo renombró, “Lo mejor que me pudo pasar el
año pasado fue perder las finales… y jugar cómo jugué. Fue una humillación para mi. Tras el
campeonato de 2011 me tome un par de semanas de desconexión y luego volví al
gimnasio para empezar todo desde el principio y desde lo más básico. Había
apretado el botón adecuado. Realmente lo deseaba, pero no lo había estado
haciendo de la manera adecuada. Sabía lo que me iba a suponer, e iba a
traducirse en un cambio para mí como jugador de baloncesto, y por supuesto, un
cambio para mi como persona” dijo Lebron tras ganar el campeonato el jueves por
la noche.
¿Qué jugador no busca éxito, fortuna, fama? Lo que Lebron llegó a entender
es que raramente se consiguen esos calificativos si intentas hacerlo de la
manera más directa – Se llegan a ellos frecuentemente “currando” y permite que
los resultados – el Campeonato y los elogios – lleguen por sí solos. En lo que
confiere a mi trabajo, ayudando a que mis compañeros anotasen y llegasen a
entenderse, les había hecho llegar a los resultados que buscaban… bien
aumentando los puntos y rebotes por partido de ellos, o bien haciendo que el
equipo rindiese mejor en los “momentos calientes” del partido. La clave de todo
este proceso fue dejar de lamentarse tras los malos resultados y hacer que la
búsqueda de la excelencia en la calidad del modo de jugar fuese el objetivo a
lograr.
DEJAR DE LADO EL EQUIPAJE
El modo en que Lebron dejó Cleveland no sentó bien a los aficionados. “El
año pasado mucha gente decía que era una persona egoista, un jugador egoista y
al final permití que eso me afectase. Durante todo el año pasado estuve jugando
intentando demostrar que la gente estaba equivocada. Estaba enfadado y jugando
con un peso sobre mis hombros. Cuando terminaba el día, me encontraba luchando
contra mi mismo.”
Como ocurre con muchos otros, uno de jugadores los interiores con los que
trabajaba hacía siempre grandes entrenamientos, pero no conseguía rendir al
máximo nivel en los partidos. Le dije que cuando se trataba de demostrar algo,
había una especie de gran peso cargado al cuello. “Solo céntrate en aceptar el
desafío del momento como una prueba de tu talento y preparación. Sin embargo tu
juego no va a demostrar realmente nada – y menos a la gente a la que realmente
importas.” Liberado de equipaje extra le ayudó a salir a cancha con más
agresividad y confianza.
El Dr. Thomas Perls, autor del libro Living To Be 100, reportaba que recientes en descubrimientos se
demostraba que los individuos que eran efectivos dejandose llevar crecen mucho
mejor que aquellos que insisten en tapar heridas o se ven en la necesidad de
probar algo o superar a sus rivales. En deporte esto es totalmente cierto!
EL EGO ESTÁ BIEN…CUANDO ESTA BAJO CONTROL
LeBron habló de cómo perder le había humillado y le hizo re-evaluar su
enfoque. Cuando hablaba de volver a empezar desde el principio, desde lo más
básico – rebote y defensa – se estuvo focalizando en las cualidades que le
hiciesen un campeón. Seguro – nuestro ego está en la linea (Vas a ser titular?
Cuantos minutos vas a jugar?) Pero si somos capaces de dejar esto de lado y
centrarnos en “hacer nuestro trabajo” – con el esfuerzo adecuado y la mejora
constante – tenemos más posibilidades de seguir creciendo como jugador y
permanecer en el camino adecuado para conseguir nuestras metas.
Dwyane Wade, que se había convertido en el MVP de las finales de 2006, dejó
su ego a un lado y aceptó un rol diferente ayudando a los Heat a dar un paso
adelante a nivel colectivo. “Tomamos esa decision hace dos años para
convertirnos en un equipo, LeBron, Chris, yo, y el resto de los chicos
decidimos caminar juntos. Así que uno tiene que hacer lo que tiene que hacer y
estar seguro de que consigues tu objetivo. Y yo tenía un papel (y) un rol que
asumir. Es probable que haya cambiado algo, pero al terminar el día todos
juntos tenemos una meta común, y eso era convertirnos en campeones de la
NBA.”
INCLUSO LOS CAMPEONES SE EQUIVOCAN – SOLO HAY QUE SABER RECTIFICAR RÁPIDO
Mis conversaciones con muchos atletas de élite me llevan a concluir que al
más alto nivel de juego, los campeonatos son ganados por los jugadores y los
equipos que menos errores cometen. Pero el hecho innegable es que incluso los
mejores deportistas cometen errores. Los campeones son aquellos que resisten –
que saben cómo avanzar rápido, que cuando cometen errores no les hace salirse
del plan del partido haciéndoles cometer más errores. Del mismo modo que los
asombrosos 7 triples de Mike Miller impulsaron a los Heat en el quinto partido
de las finales, los errores que cometieron los Thunder parecía desviar el
viento de las velas que guiaban a la franquicia de Oklahoma. Pero, como
jugadores y entrenadores comentaron durante todas las series, tienes que
mantenerte centrado no importa cómo.
Bonnie St. John, ganadora de la medalla de
plata en descenso de esquí en los Juegos Paralímpicos de 1984 aprendió una
importante lección en aquella ocasión.
“En el primero de los eslalons, estaba en cabeza, pero me caí y tuve que
levantarme para terminar la carrera. De hecho, la mujer que ganó la medalla de
oro también se cayó. Sabía de carreras anteriores que podía esquiar más rápido
que ella. Pero lo que decantó la medalla de oro para ella fue que supo
levantarse y recomponerse más rápido que yo. De aquello aprendí que todo el
mundo se cae, pero los deportistas olímpicos se levantan más rápido que el
resto, y los medallistas de oro, los que más rápido se levantan.”
CUELGALO AHÍ
El entrenador Eric Spoelstra, cuyo puesto de trabajo ha estado en la cuerda
floja a lo largo de la temporada, fue preguntado sobre cuál había sido el
desafío más grande que había asumido y que había llevado al cambio en el equipo
de la temporada pasada a esta “Solo apartar los espiritus y mantener el rumbo.
Sabíamos que podiamos hacerlo, y que iba a ser una temporada muy larga y dura.
Recibimos varios golpes a lo largo de estos playoffs, pero lo que importaba en
realidad, fue que nos levantamos rápido y seguimos trabajando.”
En el 2000, el gran jugador de tenis Gustavo Kuerten se puso rapidamente
dos sets arriba en la Final del Open de Francia, cuando perdió el tercer set
por 2-6 y se vio en peligro de perder el cuarto. Tras ganar ese cuarto set, el
partido y el título en un tie-break, dijo que cuando vió que el partido se le
escapaba de las manos se dijo a sí mismo que si era capaz de tranquilizarse y
aguantar el tirón, su juego y su confianza volverían. – y todo lo que necesitó
hacer fue solamente seguir creyendo en sí mismo. Más recientemente, el base de
los New York Knicks Jeremy Lin dijo a los periodistas que cuanto más confiaba
una persona en él, podría seguir hacia adelanta durante los malos momentos
antes de que los Knicks le eligiesen y su vida se tornase color de rosa.
TIENES QUE PREMIARTE A TI MISMO
En la rueda de prensa, Lebron fue preguntado sobre qué era lo que había
aprendido como jugador de baloncesto y como persona en el camino hasta el
título de campeón.
“Lo más importante que he aprendido,” contestó, “es que no puedes controlar
lo que la gente dice sobre ti, lo que la gente piensa de ti. Tienes que ser
fiel a tu persona, ser tu mismo, con la gente que te rodea, y con aquellos a
los que quieres. He trabajado muy duro … Esto solo demuestra que cuando estas
comprometido y lo das todo, el partido merece la pena y obtienes resultados.”
Al final la redención llega por
“hacer las cosas de la forma correcta”. Y mientras el juego espectacular de Lebron y D-Wade y la forma en que el
resto del equipo rindió para la ocasión, les ha llevado hasta el trofeo de
campeones, y quizás en las cualidades que hacen los verdaderos campeones, los
jugadores de los Heat y el entrenador Spoelstra, en realidad no son tan
diferentes del entrenador y jugadores de los Thunder.
Mi propio trabajo ayudando a deportistas y equipos con el “hazlo de la
manera correcta” les ha conferido frecuentemente las herramientas para lograr
actuaciones óptimas. Pero a menudo, cuando hablamos de ello a posteriori, recuerdo sus profundos
sentimientos de orgullo habiendo sabido pararse un momento, trabajar duro y
hacer piña en la medida de lo posible para llegar a las metas que se habían
propuesto a sí mismos un año antes, y logrando en el proceso un sentimiento
profundo de excelencia personal.
© 2012 by Dr. Mitch
Smith